Una tradición que tortura a millones de mujeres
“Durante la práctica de la mutilación genital femenina no se permite que las niñas lloren”, afirmó Agnes Pareyio
Las activistas Efua Dorkeeno, Agnes Pareyio y Honorata Nasuwa, explicaron en la magistral conferencia “Mujeres Líderes en la lucha contra la Mutilación Genital Femenina” organizada por MUJERES PARA EL DIÁLOGO Y LA EDUCACIÓN todos los aspectos de esta pérfida tradición que cada día tortura a 6.000 niñas y cuyas consecuencias son para toda la vida.
Madrid, 6 de febrero.- Con motivo del Día Mundial de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina (MGF), las activistas Efua Dorkenoo, Agnes Pareyio y Honorata Nasuwa ofrecieron la magistral conferencia “Mujeres Líderes en la lucha contra la Mutilación Genital Femenina” organizada por MUJERES PARA EL DIÁLOGO Y LA EDUCACIÓN en la Fundación Sur, en el marco del proyecto “Mujeres que cambian el Mundo” de la ONG Mundo Cooperante. Recorrieron todos los aspectos de esta pérfida tradición que cada día tortura a 6.000 niñas y cuyas consecuencias son para toda la vida.
Efua Dorkeeno, referencia mundial en la MGF
La escisión e infibulación ya ha sido practicada a 150 millones de mujeres en el mundo y en este momento tres millones de niñas corren un serio peligro de sufrir esta violenta práctica. El origen de este ritual se pierde en el tiempo y sus causas se atribuyen a una mezcla de factores culturales, religiosos y sociales. Podríamos resumir sus causas en la dominación, opresión y el interés económico.
“La MGF engloba todos los procedimientos que lesionan los órganos femeninos por motivos no médicos y que no aportan ningún beneficio a la salud de las mujeres. ¡Al contrario!” puntualiza Efua Dorkeeno. Es ghanesa y una de las principales referencias mundiales en la MGF. Ha dedicado su vida a esta causa por lo que ha recibido la Orden del Imperio Británico. Dirige en Londres el programa contra la MGF de la organización internacional Equality Now. “La extirpación solo produce dolor- insiste- dolor físico y dolor psicológico. Infecciones crónicas y gran dolor durante la micción, la menstruación, las relaciones sexuales y el parto. Sin mencionar el aumento de riesgo de complicaciones en éste como lesiones cerebrales para los bebés, incluso muerte del recién nacido. De los 28 países africanos practicantes – prosigue- 17 tienen legislación en contra, pero no se aplica con rigor, lo que supone un fracaso. Es muy difícil trabajar cuando el 80% de las etnias lleva a cabo esta práctica. La solución está en la educación y la concienciación de los Estados para que sean responsables”.
Agnes Pareyio, luchadora incansable
Agnes Pareyio, Mujer del año en Kenia 2005 por NNUU, es una líder masai que dirige un programa de educación para niñas y de promoción de los derechos de la mujer en la región del Valle del Rift (Kenia). Agnes apunta las diferentes formas de la MGF. “Principalmente hay tres: la eliminación parcial o total del clítoris (clitoridectomía), la eliminación del clítoris entero y el corte de los labios menores (escisión), o en su forma más extrema, escisión del clítoris, la totalidad de los labios menores y mayores y suturación de ambos lados de la vulva (infibulación)”. Su testimonio es desgarrador: “En general, el corte se realiza sin anestesia, y las niñas no tienen derecho a llorar. Sangran mucho, mucho…”- se lamenta. “Para animarlas, les dicen que así se convertirán en mujeres limpias, que tendrán embarazos y partos más sanos y protegerán a sus bebés. Algunas niñas mueren a causa del corte, como resultado del desangramiento o la infección”.
Agnes explica como su ONG “Rescate de la Mujer”, lucha contra esta terrible práctica. Ha creado un centro en el que da acogida a 48 niñas rescatadas, y lleva a cabo una férrea labor de prevención. “Es un hecho que esto está muy relacionado con los matrimonios tempranos– afirma- ya que si las jóvenes no saben lo que es el placer sexual, no podrán quejarse si no lo obtienen de su anciano marido. Los padres gasten una fortuna en el “ritual”, porque así podrán entregar a su hija de nueve años por 30 dólares. Otro de los daños colaterales es que generalmente, tras la MGF, suelen dejar el colegio”.
Honorata Nasuwa, esperanza para una nueva generación
A continuación, Honorata Nasuwa, coordinadora de la organización NAFGEM, que trabaja en Tanzania junto a numerosos agentes sociales para la erradicación de la práctica en las regiones de Kilimanjaro y Manjara, comenta algunas de las actividades que su organización realiza. “En primer lugar, organizamos campamentos mixtos (10 niños y 40 niñas) en donde podemos informarles de la MGF de forma directa. También hacemos una importante labor con las circuncidadoras. Hay que concienciarlas del daño que realizan, porque para ellas esta práctica supone importantes ingresos y un prestigio personal por lo que son muy respetadas. Así, cuando logramos que 250 de ellas se solidarizasen con nuestra lucha y tirasen sus cuchillos del dolor, fue un acto muy emocionante. También contactamos con las mujeres africanas que aman su cultura y están orgullosas de ella, aunque a veces no son conscientes de que algunas prácticas pueden llegar a matar a sus propias hijas. Cuando les pusimos una película y vieron el dolor que producía la MGF, su reacción fue de rechazo casi unánime. Para acabar con este ritual, considero que hay que darle poder a las mujeres. Si las africanas no se sienten libres e independientes, seguirá ocurriendo”.
MGF en Europa y España
A menudo se asocia la mutilación genital femenina con culturas en vías de desaparición, y muy circunscritas al territorio africano. Esta creencia está lejos de corresponder a la realidad. Once de cada cien casos se llevan a cabo en países europeos y el Parlamento Europeo estima que la población de riesgo anual en la Unión Europea es de 180.000 mujeres por ser originarias de países practicantes de la MGF.
En España, más concretamente en el litoral mediterráneo y Madrid, en los tres últimos años ha aumentado en un 43% el riesgo de que las niñas menores de 14 años sufran MGF, sobre todo las procedentes de Nigeria, Senegal, Gambia, Guinea, Mauritania, Ghana y Camerún.
Urgen soluciones a corto plazo
Un médico maliense asistente a la conferencia comentó que “a menudo, las sugerencias que vienen de Occidente en contra de las tradiciones arraigadas en África, son automáticamente rechazadas. Sólo se lograrían cambios serios si los Gobiernos locales, además de apoyarlas con legislación, persigan con rigor a los que la practican esta atrocidad”.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), “(…) la MGF es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas. Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación de la mujer. Es practicada casi siempre en menores y constituye una violación de los derechos del niño. Asimismo, viola los derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometido a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte”.¿Hasta cuándo vamos a permitir que se sigan torturando a estas mujeres?
MUJERES PARA EL DIÁLOGO Y LA EDUCACIÓN hace un llamamiento a la sociedad y a los Organismos Internacionales para que apoyen a estas mujeres y coordinen acciones que erradiquen definitivamente esta tortura oculta bajo el paraguas de la tradición.
Texto: Giovanna G. de Calderón – Fotos: Ana Cabezas
Perfil de la invitadas
Efua Dorkeno, Directora del Programa contra la MGF de Equality Now (Orden del Imperio Británico). Es una activista ghanesa que dirige en Londres el programa contra la MGF de la organización internacional Equality Now, una entidad que defiende los derechos humanos y de la mujer en todo el mundo.
Agnes Pareyio, Directora de la organización masai Tasaru Ntomonok, Mujer del Año en Kenia 2005 por Naciones Unidas. Es una líder comunitaria masai que dirige un programa de educación para niñas y de promoción de los derechos de la Mujer en la región del Valle del Rift en Kenia. Su programa cuenta actualmente con el apoyo de la Cooperación Española a través de la ONG Mundo Cooperante, la Comunidad de Madrid, la Junta de Castilla y León, Ayto. de Valladolid y la Fundación Entrecanales, entre otras entidades.
Honorata Nasuwa, Coordinadora de Programas NAFGEM-Tanzania (Network Against Female Genital Mutilation). La organización que coordina trabaja en Tanzania junto a multitud de agentes sociales para la erradicación de la práctica en las regiones de Kilimanjaro y Manjara, donde la prevalencia de la MGF es aún elevada.