Madrid, 6 de mayo de 2025 – Dolores Tomás, presidenta de la Fundación Surikov y reconocida mecenas del arte ruso, impartió una conferencia organizada por la Asociación Mujeres para el Diálogo y la Educación en la que compartió la extraordinaria historia de cómo logró reunir la mayor colección de arte impresionista ruso fuera de Rusia.
Giovanna G. de Calderón, presidenta de Mujeres para el Diálogo y la Educación (MDE), dio la bienvenida y al presentar a la ponente señalando que “la historia de Dolores Tomás es tan fascinante como inspiradora”. Tomás es presidenta de la Fundación Surikov, dedicada a la promoción y conservación del arte ruso. Su colección privada es considerada la más importante de arte impresionista ruso fuera de Rusia, y su labor ha sido reconocida con numerosos premios y distinciones internacionales.
Como gesto especial hacia las asistentes, Tomás obsequió un magnífico libro sobre arte ruso del siglo XX, impreso en papel couché, que incluye fotografías de las obras más destacadas de su colección. Esta edición fue preparada originalmente con motivo de la primera Presidencia española de la Unión Europea, testimoniando así el valor cultural de su legado artístico.
Una aventura artística en la Unión Soviética
A diferencia de grandes nombres como los Thyssen, los Rothschild o los Guggenheim, Dolores Tomás no contó con una fortuna ilimitada ni con un ejército de asesores. Su colección, considerada la más importante de su género en manos privadas fuera de Rusia, es el fruto de una pasión inquebrantable, un gusto exquisito y décadas de dedicación personal.
Desde principios de los años 80, mucho antes de la caída del Muro de Berlín y del colapso de la URSS, esta española intrépida recorrió la Unión Soviética en busca de los grandes maestros del arte ruso. Viajó en condiciones extremas, bajo la nieve o el calor, utilizando cualquier medio de transporte disponible en aquel vasto territorio. Su objetivo no era solo adquirir obras, sino también proteger a los artistas, muchos de ellos olvidados o marginados por el sistema soviético. Con una determinación fuera de lo común, estableció lazos de amistad con ellos, les brindó apoyo y, poco a poco, fue reuniendo un tesoro artístico que hoy es patrimonio de la humanidad.
Reconocimiento internacional
El mérito de Dolores Tomás ha sido reconocido incluso por las autoridades rusas. Es la primera ciudadana no rusa en recibir la Medalla Pushkin, la más alta distinción cultural del país, un honor que refleja su contribución excepcional al arte y la cultura.
Una mujer de fortaleza excepcional
Quien vea a Dolores Tomás por primera vez, una mujer menuda y de apariencia frágil, difícilmente imaginaría la fuerza y el tesón que la han guiado a lo largo de su vida. Afirmó que: «hay que ser muy fuerte y muy apasionado por algo, Rusia y el arte ruso, en mi caso, para hacer lo que he hecho». Su historia demuestra que, cuando el amor por el arte se combina con perseverancia, los resultados pueden superar incluso a los de los mayores coleccionistas del mundo.
Éxito de la conferencia y reconocimiento de las asistentes
La conferencia, celebrada el 6 de mayo, fue un testimonio vivo de cómo el arte puede unir culturas y superar barreras políticas. Dolores Tomás no solo ha salvaguardado obras maestras, sino que también ha tejido puentes entre España y Rusia a través de su incansable labor como mecenas y embajadora cultural.
Al finalizar el acto, Giovanna G. de Calderón, presidenta de MDE, felicitó efusivamente a Dolores Tomás por su «apasionante relato y su extraordinaria labor en favor del arte y la cultura». Las asistentes, entre las que se encontraban historiadoras del arte y amantes de la cultura, quedaron fascinadas por la historia de superación y dedicación de la presidenta de la Fundación Surikov. «Es un honor contar con testimonios como el de Dolores, que inspiran a las mujeres a perseguir sus sueños con tenacidad y pasión», añadió De Calderón.
MDE agradece al INSTITUTO DE LAS MUJERES por la subvención concedida para el asociacionismo femenino.