Mujeres en el siglo XVIII: Rebeldes e Ilustradas
Madrid, 14 de marzo de 2018.- Mujeres para el Diálogo y la Educación (MDE) realizó el Taller de Historia de las Mujeres en el siglo XVIII en España e Iberoamérica el pasado 7 de marzo en la sala de juntas de la asociación, subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
El taller impartido por Dª Mar Cristóbal, guía oficial de Turismo y experta en historia de las mujeres, tuvo como principal objetivo conocer y valorar a la mujer del siglo XVIII: su educación, su papel, primeras asociaciones, etc.
La ilustración trae a España un cambio de usos sociales y culturales, aunque todavía no llegan los jurídicos y políticos. Empieza a imperar la razón y hay numerosos avances técnicos. Asimismo, hay una relajación religiosa y un incremento de la frivolidad. Existe la idea de que la cultura trae la felicidad a la persona y, por consiguiente, al país. Los bailes y tertulias organizados por grandes damas están en pleno auge. Con la monarquía ilustrada también surge una sociedad mercantilista, lo que permite a la mujer trabajar y ganar dinero. Todo esto genera cambios en el desarrollo de la identidad femenina.
La llegada de la Casa de Borbón a España trae dos importantes novedades: por un lado la implantación de la Ley Sálica, lo que supone un retroceso para las españolas y por otro, la creación de numerosas academias, como la Sociedad Matritense de Amigos del País, que facilitarán el acceso a la educación.
Dado que no estaba explícitamente prohibida la entrada de mujeres en la Sociedad Matritense, se inscriben dos, lo que abre un debate entre Campomanes y Jovellanos (a favor) y Covarrús (en contra). Josefa Amar y Borbón, ilustre pedagoga, participa en el debate y escribe su «Discurso en defensa del talento de las mujeres, y de su aptitud para el gobierno, y otros cargos en que se emplean los hombres.» Como consecuencia, nace en 1787 la primera asociación de mujeres en España conocida como: Junta de Damas de Honor y Mérito.
En el siglo XVIII hay un importante avance en la educación. Si eras noble, las niñas se educaban en casa con un preceptor y, posteriormente se las enviaba al Convento de Las Salesas.
Por otro lado, la Sociedad Matritense crea las Escuelas Patrióticas para enseñar oficios. Con la liberalización del gremio textil, las mujeres empiezan su formación en oficios de hilanzas, bordados e hilos finos, entre otros. Se organizan de forma que las mujeres que van aprendiendo, son las que enseñan a otras, lo que abaratará considerablemente la enseñanza. Además, les permitirá cobrar dinero.
María Josefa Pimentel, Duquesa de Osuna (1750-1830), prototipo de la mujer ilustrada. Fue una de las dos primeras en ingresar en la Real Sociedad Económica Matritense. Ante la polémica levantada por la admisión de mujeres, acabó convirtiéndose en la Presidenta de la Junta de Damas. Consigue la gestión de la Inclusa, para los niños expósitos que nadie atendía, y logró bajar la mortalidad infantil de la época del 87 al 33%. Del mismo modo organizó el Hospicio, que acogía a todos los pobres. Para financiarse logró que Carlos III le subvencionase con parte de la lotería nacional recién creada, así como con fondos de la desamortización. La duquesa de Osuna tuvo dos hijas: la marquesa de Santa Cruz y la duquesa de Abrantes, que continuarían con su labor educadora y social encaminada a ayudar a las mujeres de su tiempo.
En los salones de algunas de las mujeres más destacadas de la época se debatía tanto de política como de cultura. Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V y madre de Carlos III fue una de las mujeres referentes de la época. Era coleccionista y cultivada. Bárbara de Braganza, casada con Fernando VI, hijo de Felipe V, funda en 1748 el convento de Las Salesas para colegio y residencia de jóvenes de la nobleza.
La marquesa de Fuerte Híjar, María Lorenza de los Ríos, escribió la comedia ‘La sabia indiscreta’, donde lanzó el mensaje de que la cultura haría más feliz a la sociedad, por eso la mujer debe trabajar y ganar dinero. Accedió a la presidencia de la Junta de Damas de Honor y Mérito en 1811. A su vez, Josefa Amar y Borbón, pedagoga y escritora, en su famoso Discurso defendió que: “el cerebro no tiene sexo y la aptitud de las mujeres para el desempeño de cualquier función política o social es exactamente igual, por naturaleza, a la de los hombres. Si existe alguna diferencia se debe a la educación”.
María Isidra Guzmán y de la Cerda (1768-1803) fue la primera mujer en obtener el título de doctora en Medicina, académica Honoraria de la Lengua y miembro de la Sociedad Matritense.
Hubo muchas mujeres referentes en la Ilustración española. Recordemos a la duquesa de Alba(1762-1802); la condesa de Chinchón, casada con Godoy; María Tomasa Palafox, marquesa de Villafranca, artista y bisabuela de Eugenia de Montijo, entre otras.