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A lo largo de estos seis días, la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género, ofreció dos emocionantes conciertos, uno en Ramala y otro en Nazaret, que mucho agradecieron los asistentes. Por otra parte, los componentes de la ‘Sinfonía de Mujeres para la Paz en Oriente Medio’ estableció numerosas entrevistas tanto con asociaciones palestinas como con otras israelíes y mixtas.

En primer lugar, se contactó con la Coalición de Mujeres por la Paz Justa, que aglutina a las diferentes organizaciones de mujeres israelíes y palestinas que trabajan juntas por la paz desde una perspectiva de género (Al-tufula Center (Pedagogical and Multipurpose Women’s Center, Women & Horizons, Women against Violence, Check-Point, entre otras).

En la entrevista con Aida Touma, primera mujer con representación política dentro del Frente Democrático de Palestina, ésta explicó que su organización forma parte de la Comisión Internacional de Mujeres por Israel y Palestina en Paz Justa. Está compuesta por 20 mujeres de origen palestino, 20 israelíes y otras 20 de distintos países del mundo, que se centra en trabajar sobre la Resolución 2035 de Naciones Unidas, que reconoce los derechos de la mujer. Existe un grave problema: las mujeres palestinas que quieren estudiar y romper así con la tradición, deben recorrer trayectos de dos horas cada día desde sus domicilios o trasladarse a vivir a las ciudades donde hay universidades, sin embargo, una vez superados sus estudios, el 40% de ellas no consigue trabajar.

La mujer palestina, continuó Touma, se encuentra inmersa en tres círculos concéntricos de discriminación: el más grande, por ser mujeres en el Estado de Israel, un país que aún cree en el poder de la fuerza militar para conseguir lo que se propone. En este contexto, “las mujeres no acuden a la guerra ni forman parte de esta empresa masculina y están más preocupadas por el presupuesto de educación y sanidad«. El segundo de estos ‘círculos’ es su situación de palestinas árabes en el Estado judío, que no invierte en lugares como Nazaret, con el mayor porcentaje de población árabe de todo el país, ni desarrolla un urbanismo o sus infraestructuras. Por último, Touma se refirió a una sociedad «patriarcal, religiosa y conservadora» que pone límites al desarrollo de los derechos de la mujer.

Fue especialmente impresionante la visita al Mehwar Center (Centro de acogida a Mujeres maltratadas) de Belén, donde Antonio García, miembro de la Chunta Aragonesista, compañero de viaje, firmó un proyecto para ayudar en la financiación de dicho Centro.

Las jóvenes víctimas de la violencia de género allí refugiadas relataron, con cierto pudor, sus dramáticos casos. Su directora explicó que más frecuentes que las denuncias dirigidas contra los maridos son las que se hacen para escapar del maltrato ejercido por padres y hermanos. El equipo del centro testimonió el aumento de los llamados ‘crímenes de honor’ en la zona, crímenes cuya principal característica es que el agresor es miembro de la familia de la víctima. Allí nos contó su dramático caso una joven de diecinueve años, con un brazo con graves heridas de bala que le impiden una completa movilidad. Su padre intentó matarla al saber que se había enamorado de un cristiano. El joven también había tenido que huir de Belén, pues la familia le tenía amenazado. Ante el inminente peligro de muerte, se encuentra encerrada en el centro con las máximas precauciones.

El personal del centro confirmó que la ocupación y la degradación de las condiciones de vida están empujando el aumento de los casos de violencia de género.

De Belén, la delegación partió hacia Ramala y atravesó el muro que tan difícil hace las vidas de los palestinos en la actualidad. Hubo un encuentro con mujeres palestinas que habían sufrido la experiencia de la cárcel. Entre otras figuraba, Rabeha Diab, prisionera administrativa durante siete años y actualmente diputada del Consejo Legislativo Palestino; Wajiha Grayseh coordinadora de las presas palestinas; Dalal Salameh, ex prisionera responsable de la Unión General de Mujeres Palestinas de Nablus. También asistió al encuentro Walid Abed Alsalam, director general del Ministerio de Cultura y del Ministerio de Sanidad.

Otra reunión muy interesante fue la que tuvo lugar con una representación de parlamentarios árabes israelíes. Mohammad Barakeh y Hana Sweid del Frente Democrático para la Paz y la Igualdad expusieron los problemas a los que se enfrentan diariamente: se les considera privilegiados por los palestinos de los territorios, discriminados respecto a la población judía dentro del espacio de Israel y menospreciados por el resto de los árabes por poseer la nacionalidad israelí. Cada vez que presentan un proyecto en la Knesset es automáticamente denegado.

Una interesante reunión fue la que tuvo lugar con Einat Ronen, manager de la sección de sociedad civil, cooperación y diálogo de The Peres Center for Peace, de la Fundación Simón Pérez. Posteriormente se incorporó la palestina Shahd Wa’ ary, representante del Internacional Peace Cooperation Center. Ambas mujeres están intentando gestar un proyecto en el que también participa Lola Bañón, miembro de la Plataforma de Mujeres y del Comité español de la UNRAW, que consiste en la formación de un grupo que aglutina a mujeres periodistas israelíes y palestinas y a la española anteriormente citada. El proyecto comenzó a moverse hace algunas semanas con el patrocinio de la Fundación Tres Culturas de Sevilla. Ronen y Wa’ary debatieron con nosotras ideas referentes a la posibilidad de coordinar acciones por la paz desde la perspectiva de género, visión en la que coincidimos plenamente.

En Tel Aviv, hubo una entrevista en la sede de Education for Peace, organización que alberga a la representación en Israel de los llamados ‘Acuerdos o Iniciativa de Ginebra’. Su director general, Gadi Baltianski, y su responsable de relaciones internacionales, Michal Radoshitzki, comentaron interesantes aspectos de los acuerdos. En primer lugar, fueron negociados desde el principio por las dos partes, Beilin por Israel y Rabbo por Palestina. Otro punto llamativo es que los acuerdos se conciben como un territorio desde el que estimular un diálogo y una negociación para llegar a un acuerdo final. Tanto Baltianski como Radoshitzki mostraron diversas iniciativas publicitarias que llevan a cabo para trabajar con la opinión pública y dinamizarla en el sentido de activar las percepciones de que un acuerdo con los palestinos es necesario.

El siguiente encuentro tuvo lugar en Jerusalén, en la zona de Al Ram, con la organización civil The Parents CircleFamilies Forum, asociación que reúne a más de 500 familias tanto judías como palestinas, que tienen en común el dolor por la pérdida de sus seres queridos causada por la violencia del conflicto.

En su sede nos recibieron dos miembros del grupo, Nir Oren, por parte israelí y Aziz Sarah por la palestina. Nir perdió a su madre cuando viajaba en el mismo autobús en el que se hizo estallar un hombre-bomba y Aziz, por su parte, perdió a su hermano mayor, que murió con 8 años como consecuencia de una paliza que le dieron militares israelíes y que le destrozó el hígado. Explican que si ellos, que han pagado el precio más alto que se puede pagar en el conflicto, son capaces de conocer y empatizar con la pena del otro, las dos sociedades son capaces de hacerlo. Nos pidieron encarecidamente el trabajar juntos para difundir a nivel internacional y a través de actos culturales su propuesta de paz.

En el restaurante Notre Dame de Jerusalén tuvo lugar la siguiente entrevista con una interesante representación de entidades que han tenido la valentía de afrontar proyectos con equipos mixtos. Por parte israelí asistió Tammi Molad, mediadora de People’s Voice; Hod Ben Zvi, director del Jerusalem Center for Peace y Tali Dowek de IFPME. Entre los palestinos figuraban Abdel Fatah Darwish, del Palestine Media Development Institute; Abeer Hazboun, del Middle East Education through Technology y Shahd Wa’ary del Internacional Peace Cooperation Center.El debate fue muy rico y práctico, ya que surgieron ideas para plasmar en iniciativas: una de ellas, es la de crear una plataforma de artistas israelíes y palestinos que conjuntamente con la española puedan organizar un gran concierto para el mes de junio y continúen trabajando juntos por la paz

El siguiente encuentro se produjo en Belén en el Palacio Presidencial donde fuimos recibidas por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, y varios miembros de su gobierno, entre los que se encontraban la Ministra de Turismo y el gobernador de Belén, Salah Altamari. Durante el encuentro la presidenta de la Plataforma pidió al presidente Abbas el compromiso de su gobierno para el empoderamiento de las mujeres palestinas y la necesidad de que estén representadas en las mesas de negociación para la paz.

Una representación de la Plataforma de Mujeres fue recibida en Jerusalem en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel. El asesor del Gabinete del Viceministro, Daniel Kutner, expuso una visión general de la situación estratégica que vive Israel en la zona, desde los antecedentes históricos a la actualidad, haciendo especial referencia a lo que considera como amenaza nuclear de Irán. A continuación, la presidenta de la Plataforma de Mujeres Artistas, Cristina del Valle, anunció la petición de la liberación de las presas palestinas exponiendo la difícil situación humanitaria en la que viven. El señor Kutner, tras escuchar los razonamientos, dijo que incluiría la petición y los datos sobre la situación de las mujeres en prisión en el informe que elaboraría en el encuentro para transmitirlo a los responsables del Ministerio y al primer ministro israelí Ehud Olmert.

Después de este intensísimo cúmulo de encuentros, la delegación de “Sinfonía de Mujeres para la Paz en Oriente Medio” partió hacia Madrid el 7 de enero con la sensación de haber puesto un granito de esperanza en los corazones rotos de ambas partes de la población.

ORGANIZADO POR:
Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género con la colaboración de MPDL (Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad).

OBJETIVO:
Los objetivos principales eran:
– Llamar la atención sobre la desastrosa situación de la zona desde hace muchos años y su agravamiento progresivo.
– Llevar la música a zonas que hace tiempo no pueden oír conciertos.
– Aprovechando la cumbre de paz de Annapolis, solicitar a las autoridades israelíes la liberación de las presas preventivas palestinas.

LUGAR:
ISRAEL/PALESTINA (Nazaret – Ramala – Tel-Aviv- Jerusalén)

FECHA:
Del 2 al 7 de enero de 2008

DURACIÓN:
6 días

PERFIL DEL GRUPO:
Los componentes del grupo eran mayoritariamente músicos (60%) y periodistas (25%) y el resto estaba constituido por representantes políticos, miembros de ONG, técnicos y otros.
Aforo: 74 personas
Edad: 21-65 años
Sexo: 85% M -15% H

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