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  • Se inicia la emancipación de las mujeres
  • Movimientos y sus protagonistas

Madrid, 20 de septiembre de 2018.- Mujeres para el Diálogo y la Educación (MDE) organizó el primero delos tres Talleres de Historia del Feminismo, el pasado 19 de septiembre que fue impartido por Dª Mar Cristóbal, guía oficial de Turismo y experta en historia de las mujeres, y subvencionado por el Ayuntamiento de Madrid.

El feminismo es la lucha por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, pero ¿por qué tiene tan mala fama? Aun hoy, la palabra feminismo suscita recelos y desconfianza, probablemente porque se piensa que es lo contrario de machismo, lo que implica generalmente una jerarquía de poder y como consecuencia opresión.

Aparece por primera vez en la RAE en 1914 y, según ésta: el feminismo es, por un lado, el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre y, por otro, un movimiento que lucha para la realización efectiva de este principio.

Tradicionalmente se distinguen tres etapas: la primera va desde la Ilustración hasta la I Guerra Mundial (1750-1918). La segunda se inicia después de la II Guerra Mundial hasta los ’70 (1945-1980). Por último, la tercera etapa se inicia en los 80’ hasta la actualidad (1980-2018). No obstante, en este momento estamos asistiendo al inicio de una nueva y cuarta etapa.

En este primer taller abordamos desde la Revolución Francesa y la Independencia norteamericana (S. XVIII) hasta después de la I Guerra Mundial (siglo XX). Se empieza a hablar de derechos humanos y de los principios de libertad e igualdad, anunciados como universales, pero que excluyen a la mujer, ya que injustamente otorgan estos derechos solo a los hombres. Tanto en Francia como en Inglaterra aparecen las precursoras en la lucha por los derechos de la mujer: Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft. La necesidad de una educación igual para hombres y mujeres es uno de los objetivos de esas pioneras.

LAS PRECURSORAS

La necesidad de una educación para hombres y mujeres es uno de los objetivos de estas precursoras.

Olympe de Gouges 
escandalizada al ver que los Derechos del Hombre y de Ciudadano dejaban de lado a la mujer que, sin embrago había luchado en igualdad con el hombre para la transformación social que supuso la Revolución de 1789, decidió escribir los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791), lo que le supuso ser guillotinada. Cuando Olympe de Gouges fue condenada escribió: “Si la mujer puede subir al cadalso, también se le debería reconocer el derecho de poder subir a la Tribuna”.

Mary Wollstonecraft, en su obraVindicación de los derechos de la mujer (1792), argumenta que las mujeres no son por naturaleza inferiores al hombre, sino que parecen serlo porque no reciben la misma educación, y que hombres y mujeres deberían ser tratados como seres racionales. Con esta obra, estableció las bases del feminismo moderno y la convirtió en una de las mujeres más populares de Europa de la época. (Wollstonecraft fue la madre de Mary Shelley, autora de Frankestein).

El Código Civil francés (1804) promulgado por Napoleón que se instauró por toda Europa, produce un retroceso en los avances que se habían conquistado durante la Revolución con respecto a las mujeres. Éstas quedan nuevamente bajo la patria potestad o bajo el poder del marido. Se establece otra vez el consentimiento paterno para el matrimonio hasta los 21 años. Básicamente, las mujeres no podrán ejercer profesiones liberales, abrir cuentas en los bancos o ejercer cualquier acto público sin la autorización de su padre o esposo. El divorcio queda restringido a casos especiales. Lo que sí se mantiene como conquista de derechos desde la Revolución Francesa es la participación igualitaria en las herencias, y el matrimonio basado en la comunidad de bienes.

Flora Tristán, hija ilegítima de un militar peruano y de una burguesa francesa se casó joven y sufrió malos tratos. Una vez separada, en 1839 escribió Peregrinaciones de una paria donde ofrece una visión personal de su terrible experiencia y ese mismo año su marido intentó asesinarla. Es considerada la precursora del Feminismo Socialista que denuncia la doble opresión de la mujer: por obrera y por mujer.

En España, las principales mujeres que luchan por estos derechos son:

Carmen de Burgos (periodista) organiza la primera manifestación pidiendo el voto femenino en 1921; María Espinosa de los Monteros (presidenta ANME, creada en 1908 para pedir el voto), María de Maeztu (Directora de la Residencia de Señoritas y del Lyceum Club), Clara Campoamor Margarita Nelken (abogadas y diputadas), como se vio en nuestros anteriores talleres. Ampliar información en la web de www.mde.org.es, Hª de las Mujeres del siglo XIX y XX.

LAS SUFRAGISTAS

Las sufragistas son el primer movimiento colectivo que lucha por el voto femenino.

A mediados del siglo XIX aparecen movimientos sufragistas, sobre todo en los Estados Unidos y el Reino Unido. En este último país, sus protagonistas principales fueron: Millicent Fawcett, presidenta de la Unión Nacional de Sociedades del Sufragio Femenino y Emmeline Pankhurst, fundadora de la Unión Social y Política de la Mujeres (1903). Estas dos asociaciones tenían el mismo objetivo (lograr el derecho al voto femenino), pero con distintos métodos de lucha. Mientras que Millicent Fawcett era más moderada, Emmeline Pankhurst al ver la escasez de logros efectivos, decidió emplear métodos más agresivos, incluyendo huelgas de hambre, lanzamiento de piedras a instituciones públicas, etc.

Así, Emily Davison, miembro de su asociación, para llamar la atención llegó a suicidarse lanzándose delante del caballo en plena carrera, falleciendo días después (1913). Este acto de desesperación impactó a la sociedad inglesa, marcando un antes y un después en la lucha por el voto en el Reino Unido. No obstante, hasta la I Guerra Mundial, más de 1000 mujeres detenidas.

En 1870, con la Revolución Industrial, llega la Segunda Ola de Feminismo.En Estados Unidos, Elizabeth Cady Stanton fue una activista, abolicionista y feminista. Después de la Guerra Civil estadounidense, creo la Asociación Nacional pro-Sufragio de la Mujer.

Convocó una reunión en un pequeño pueblo del estado de Nueva York y redactaron el documento llamado Declaración de sentimientos de Seneca Falls en 1848, considerado como el inicio del movimiento feminista en su país.

En 1866, John Stuart Mill pide el voto para la mujer. En 1870, con la Revolución Industrial, llega la segunda Ola de Feminismo.

Durante la I Guerra Mundial, las mujeres ocuparon los puestos de trabajo de los hombres que fueron al frente. La mentalidad de la sociedad ha cambiado: las mujeres ya no aceptan el papel sumiso y los hombres agradecen su solidaridad. Después de este conflicto bélico, por fin en muchos países se logró el derecho de VOTO para la mujer. Precisamente en 2018, celebramos el centenario del derecho de Voto en el Reino Unido.

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